El artista escocés Michael Forbes está expresando su protesta contra los efectos negativos de la inteligencia artificial (IA) en el mundo del arte al pintarrajear sus propias obras de arte.
Forbes afirma que la IA ha saturado Internet con una gran cantidad de imágenes y que utiliza obras de artistas sin autorización para crear nuevas obras, amenazando el sustento de algunos artistas. Con este acto, busca llamar la atención y promover la reflexión sobre las infracciones de derechos de autor de la IA en el arte.
Michael Forbes pintarrajeando parte de una obra de Taylor Swift
Forbes ya ha "editado" cuatro cuadros, incluyendo obras de John Lennon y la cantante estadounidense Taylor Swift. Afirma que le rompe el corazón pintarrajear estas obras en las que ha invertido horas de orgulloso trabajo. Señala que su protesta está inspirada en la experiencia de una amiga artista que dejó de compartir su trabajo en redes sociales por la problemática que la IA representa para los artistas.
Forbes revela que solía utilizar activamente Internet, mostrando sus obras en redes sociales y contactando con galerías internacionales. Sin embargo, ahora solo comparte parte de su trabajo en redes sociales e invita a la gente a ver las obras completas en exposiciones presenciales. Cree que los artistas ya no pueden competir con las imágenes generadas por ordenador, lo que lleva a muchos a abandonar su carrera artística.
La acción de Forbes puede parecer una protesta insignificante, pero espera que su gesto llame la atención sobre las infracciones de derechos de autor de la IA en el arte y que impulse a más personas a reflexionar sobre este problema.
Puntos clave:
⭐ El artista escocés Michael Forbes protesta contra los efectos negativos de la inteligencia artificial (IA) en el arte pintarrajeando sus propias obras.
⭐ Forbes ha "editado" cuatro cuadros, incluyendo obras de John Lennon y la cantante estadounidense Taylor Swift, con la esperanza de llamar la atención sobre las infracciones de derechos de autor de la IA en el arte.
⭐ Los artistas ya no pueden competir con las imágenes generadas por ordenador, lo que lleva a muchos a abandonar su carrera artística.