Recientemente, el Instituto de Investigación Integral de Toyota (TRI) y la Universidad de Stanford han realizado un nuevo avance en tecnología automotriz. Han incorporado inteligencia artificial (IA) en dos Toyota Supra modificadas, demostrando una conducción en tándem con derrapes similares a los de la Fórmula 1. Aunque esta demostración es impresionante, sus objetivos van mucho más allá.

Conducción autónoma

Nota de la imagen: Imagen generada por IA, proveedor de servicios de licencias Midjourney

Avinash Balachandran, vicepresidente de interacción humana con la conducción de TRI, declaró en una conferencia de prensa que la capacidad de las dos vehículos para derrapar de forma autónoma representa un hito importante. Esta tecnología tendrá un profundo impacto en el desarrollo de sistemas de seguridad para vehículos de pasajeros en el futuro. Mencionó que las características físicas del derrape son similares al comportamiento de un vehículo en nieve o hielo, lo que implica que esta tecnología podría ayudar a los conductores a controlar mejor sus vehículos en condiciones climáticas adversas, como la nieve.

En la práctica, el sistema resuelve y reanaliza problemas hasta 50 veces por segundo, determinando rápidamente las órdenes de dirección, aceleración y frenado más adecuadas para cada situación. Esto significa que, si el conductor pierde el control del vehículo, el sistema de IA puede intervenir como un experto en derrapes, ayudando al conductor a recuperar el control.

Las dos GR Supra modificadas se probaron en un circuito. Utilizando la IA, el sistema aprende y se optimiza continuamente a partir de los datos de cada conducción. Toyota se encargó del mecanismo de control del vehículo principal, mientras que la Universidad de Stanford desarrolló el modelo y el algoritmo de IA para el vehículo de seguimiento, asegurando que pueda replicar con precisión las acciones del vehículo delantero sin colisionar. Los dos vehículos se comunican en tiempo real a través de Wi-Fi, lo que les permite coordinarse estrechamente y mostrar una asombrosa capacidad de derrape.

Cabe destacar que la Universidad de Stanford no es nueva en la tecnología de derrape autónomo. En 2015, el equipo de investigación ya había creado un DeLorean con capacidad de derrape autónomo. Esta colaboración con Toyota lleva esta tecnología a un nuevo nivel.