En el panorama actual de la contratación laboral, la inteligencia artificial (IA) se está convirtiendo en una herramienta cada vez más importante para filtrar currículums y evaluar a los candidatos. Sin embargo, esta tecnología también presenta algunos problemas potenciales, especialmente en cuanto a sesgos. Las investigaciones demuestran que la IA puede, sin querer, exacerbar los sesgos en el proceso de contratación, en lugar de eliminarlos.
La aplicación de la IA en el ámbito de la contratación promete una mayor objetividad y eficiencia, mejorando la equidad y la coherencia en la toma de decisiones mediante la eliminación de los sesgos humanos. Pero la realidad puede ser diferente. Los estudios han descubierto que la IA puede exacerbar los sesgos de manera sutil, y a veces incluso evidente, en el proceso de contratación. La participación de profesionales de recursos humanos (RRHH) puede incluso intensificar estos efectos, lo que cuestiona nuestra creencia de que la supervisión humana puede controlar y regular la IA.
Nota de la fuente: Imagen generada por IA, proveída por Midjourney.
A pesar de que una de las razones para utilizar la IA en la contratación es su supuesta objetividad y coherencia, numerosos estudios han demostrado que esta tecnología puede estar sesgada. Esto se debe a que la IA aprende del conjunto de datos con el que se entrena. Si los datos son defectuosos, la IA también lo será. Los sesgos en los datos pueden verse exacerbados por los algoritmos creados por humanos que sustentan la IA, algoritmos que a menudo incorporan sesgos humanos en su diseño.
Los investigadores también entrevistaron a 17 desarrolladores de IA para explorar cómo desarrollar sistemas de contratación con IA que reduzcan, en lugar de exacerbar, los sesgos en la contratación. Basándose en estas entrevistas, los investigadores propusieron un modelo en el que los profesionales de RRHH y los programadores de IA intercambiarían información y cuestionarían los prejuicios preconcebidos al revisar los conjuntos de datos y desarrollar algoritmos.
Sin embargo, el estudio encontró que la dificultad para implementar este modelo radica en las diferencias educativas, profesionales y demográficas entre los profesionales de RRHH y los desarrolladores de IA. Estas diferencias obstaculizan la comunicación efectiva, la colaboración e incluso la capacidad de comprenderse mutuamente. Los profesionales de RRHH suelen recibir formación en gestión de recursos humanos y comportamiento organizacional, mientras que los desarrolladores de IA son expertos en ciencia de datos y tecnología.
Si las empresas y el sector de RRHH quieren resolver el problema de los sesgos en la contratación basada en IA, es necesario realizar algunos cambios:
Planes de formación estructurados: Es fundamental implementar planes de formación estructurados para los profesionales de RRHH que se centren en el desarrollo de sistemas de información y la IA. Esta formación debe abarcar los fundamentos de la IA, la identificación de sesgos en los sistemas de IA y las estrategias para mitigarlos.
Fomentar una mejor colaboración entre los profesionales de RRHH y los desarrolladores de IA: Las empresas deben intentar crear equipos que incluyan tanto a expertos en RRHH como en IA. Esto ayudará a salvar las diferencias de comunicación y a coordinar mejor sus esfuerzos.
Desarrollo de conjuntos de datos culturalmente relevantes: Esto es fundamental para reducir los sesgos en los sistemas de IA. Los profesionales de RRHH y los desarrolladores de IA deben trabajar juntos para garantizar que los datos utilizados en los procesos de contratación impulsados por la IA sean diversos y representen a diferentes grupos demográficos.
Establecer directrices y normas éticas: Los gobiernos deben establecer directrices y normas éticas para el uso de la IA en la contratación, lo que ayudará a generar confianza y garantizar la equidad. Las organizaciones deben implementar políticas que promuevan la transparencia y la rendición de cuentas en el proceso de toma de decisiones impulsado por la IA.
Al tomar estas medidas, podemos crear un sistema de contratación más inclusivo y equitativo, aprovechando al máximo las fortalezas de los profesionales de RRHH y los desarrolladores de IA.