En 2023, la influencia del gigante de la moda rápida Shein se ha extendido por todo el mundo. Miles de vuelos transportan rápidamente sus prendas de bajo precio desde proveedores de todo el mundo a decenas de millones de clientes, y la popularidad de los videos "#sheinhaul" en las redes sociales ha atraído miles de millones de visitas. Sin embargo, detrás de esta aparente prosperidad se esconde un importante problema relacionado con la sostenibilidad ambiental.
Shein utiliza una aplicación de aprendizaje automático patentada para monitorear en tiempo real las preferencias de los clientes y predecir la demanda, satisfaciendo estas necesidades a través de una cadena de suministro ultrarrápida. Este modelo de negocio impulsado por la IA permite a Shein transformar un nuevo diseño en un producto terminado en tan solo 10 días, lanzando hasta 10.000 nuevos artículos al día. Sin embargo, el costo ambiental de esta alta eficiencia es alarmante: en 2023, Shein emitió 16,7 millones de toneladas de dióxido de carbono, equivalente a las emisiones anuales de cuatro centrales eléctricas de carbón.
Aunque Shein se ha comprometido a reducir sus emisiones de dióxido de carbono en un 25% para 2030 y a lograr emisiones netas cero para 2050, los defensores del clima y los investigadores señalan que el modelo de producción rápida y venta directa online de la empresa es extremadamente costoso en recursos. El uso de software de IA para acelerar estas operaciones podría aumentar aún más las emisiones. De hecho, el último informe de sostenibilidad de Shein muestra que las emisiones de dióxido de carbono de la empresa casi se duplicaron entre 2022 y 2023.
El modelo de negocio de Shein no solo enfrenta problemas ambientales, sino que también ha sido criticado por los residuos textiles, la contaminación por microplásticos y las prácticas laborales explotadoras. El 76% de las telas utilizadas por la empresa son de poliéster, un tejido sintético conocido por liberar microplásticos, y solo el 6% se recicla. Además, aunque Shein afirma estar mejorando las condiciones laborales de su cadena de suministro, investigaciones recientes muestran que las horas extras siguen siendo un problema generalizado entre los trabajadores.
Shein afirma que su tecnología de IA puede ayudar a reducir el desperdicio y aumentar la eficiencia. La empresa afirma que el inventario promedio por artículo es de solo 100 a 200 unidades, muy por debajo de las marcas tradicionales de moda rápida. Sin embargo, los críticos señalan que el uso de la IA puede agravar los daños a los trabajadores y al medio ambiente, aumentando la presión sobre los empleados de las fábricas, que deben producir más productos en menos tiempo.
Los expertos consideran que la clave para crear un sector de la moda más sostenible radica en convencer a los consumidores de que reduzcan sus compras. Si las empresas utilizan la IA para aumentar las ventas sin cambiar sus prácticas insostenibles, su huella de carbono también aumentará.
El caso de Shein pone de manifiesto el efecto de doble filo de la IA en el sector de la moda rápida. Si bien la tecnología de IA puede mejorar la eficiencia operativa, si no se utiliza de forma responsable, puede agravar los problemas ambientales. A medida que el sector de la moda rápida siga desarrollándose, la forma de equilibrar la innovación tecnológica, los beneficios comerciales y la protección del medio ambiente se convertirá en un desafío cada vez más apremiante. Esto requiere no solo la concienciación de las empresas, sino también la concienciación de los consumidores y la inteligencia de los responsables políticos.