Según informes, el Departamento de Defensa de Estados Unidos planea invertir cientos de millones de dólares en la expansión de su flota de drones y sistemas autónomos, e incorporar más tecnología de inteligencia artificial para mejorar sus capacidades militares. El plan incluye el desarrollo de sistemas de IA "pequeños, inteligentes y económicos", el fortalecimiento de los equipos y redes de vigilancia, y la provisión de información en tiempo real.

Este plan ha generado un debate sobre las implicaciones éticas y de seguridad del uso de la inteligencia artificial en el ámbito militar.