Recientemente, OpenAI se encuentra en un período de transformación crucial, planeando cambiar de un laboratorio sin fines de lucro a una empresa con fines de lucro y preparándose para una nueva ronda de financiación masiva. Sin embargo, la empresa está experimentando turbulencias internas, con la salida de varios altos ejecutivos, incluyendo al director de tecnología y al director de investigación, lo que ha generado preocupación sobre el futuro de OpenAI.
Según se informa, Apple abandonó inesperadamente su participación en la última ronda de financiación de 6500 millones de dólares de OpenAI, lo que provocó un enfriamiento en el plan de financiación. Aunque OpenAI prevé unos ingresos de 300 millones de dólares este año, con un aumento del 1700% interanual, se espera que la empresa registre pérdidas de 5000 millones de dólares este año, lo que plantea dudas sobre sus perspectivas de rentabilidad.
Algunos empleados expresan su preocupación por la situación actual de OpenAI, argumentando que la empresa, en su búsqueda de un rápido crecimiento, ha descuidado las pruebas de seguridad de sus productos, lo que podría debilitar su ventaja competitiva. Desde el regreso del CEO Sam Altman el año pasado, la empresa ha impulsado activamente las mejoras en productos como ChatGPT y ha promovido la tecnología de inteligencia artificial a nivel mundial, con planes de invertir grandes sumas en la construcción de chips de IA y centros de datos. Sin embargo, la rápida expansión del equipo de la empresa en un año ha supuesto un enorme desafío para su estructura de gestión.
Al mismo tiempo, OpenAI se enfrenta a la intensa competencia de rivales como Anthropic y xAI, y los inversores tecnológicos también muestran preocupación por los frecuentes cambios en la alta dirección. Ante estas dudas, Altman ha declarado públicamente que la OpenAI transformada será más fuerte. Sin embargo, los inversores mantienen una actitud cautelosa ante la inestabilidad interna de la empresa, ya que consideran que podría presagiar una gran crisis en su desarrollo. El futuro de OpenAI, su capacidad para mantener su liderazgo tecnológico a la vez que persigue la comercialización, está por verse.