Recientemente, entre el 28 de junio y el 12 de agosto de 2024, Deloitte realizó una encuesta a 30.252 consumidores y empleados en Bélgica, Francia, Alemania, Irlanda, Italia, Polonia, España, Suecia, Suiza, Países Bajos y Reino Unido.
Los resultados muestran que el 44% de los encuestados ya ha utilizado la inteligencia artificial generativa (IA generativa), el 22% la conoce aunque no la ha utilizado, y el 34% no la conoce o no está seguro.
Aproximadamente un tercio de los usuarios de IA generativa accede a estas herramientas al menos semanalmente para actividades personales (30%) y profesionales (33%). El uso personal se centra principalmente en la búsqueda general de información (47%), seguido de la generación creativa (40%). Para fines profesionales, la generación creativa ocupa el primer lugar (40%), seguida de la creación de resúmenes de texto y la búsqueda general (ambas con un 38%), y la creación o edición de contenido (37%). Sin embargo, destaca el papel de la IA generativa en la superación de las barreras lingüísticas, siendo la traducción muy popular tanto para uso personal (27%) como profesional (30%). Esto pone de manifiesto el potencial de la IA generativa en la comunicación global y el procesamiento de la información.
La encuesta revela un optimismo generalizado entre los usuarios de IA generativa. La mayoría opina que la IA generativa puede ayudar a las empresas a mejorar sus productos y servicios (71%), automatizar tareas diarias para mejorar la experiencia laboral de los empleados (66%) y beneficiar a la sociedad en general (59%).
En el lugar de trabajo, el 79% de los empleados que utilizan IA generativa cree que facilitará su trabajo en los próximos dos años, y el 73% espera que haga su puesto más agradable. Además, el 74% de los empleados que utilizan IA generativa desean desarrollar habilidades para utilizar mejor estas herramientas, y el 69% se muestra entusiasmado con las oportunidades laborales que la IA generativa puede ofrecer. Alrededor del 68% de los encuestados cree que la IA generativa les ayudará a mantenerse relevantes en su carrera profesional.
Estos hallazgos coinciden con la última encuesta de Deloitte sobre el "Estado de la IA generativa en las empresas del tercer trimestre", en la que solo el 17% de los líderes europeos afirmaron que la resistencia cultural de los empleados es un obstáculo importante para la implementación de la IA generativa, en comparación con cuestiones como la gobernanza (27% de los encuestados europeos) y el cumplimiento normativo (34% de los encuestados europeos).
A pesar del panorama optimista, persisten las preocupaciones sobre el uso responsable. Si bien muchos usuarios reconocen el potencial positivo de la IA generativa, solo el 50% confía en la capacidad del gobierno para regular eficazmente su uso, y solo el 51% cree que las empresas la utilizarán de manera responsable. Estas reservas se ven agravadas por las amplias preocupaciones sobre las falsificaciones profundas (65%), la difusión de información errónea o noticias falsas (63%) y el mal uso de los datos personales (62%).
Los encuestados del estudio tienden a confiar más que otros en los resultados generados por la IA generativa en ciertos escenarios hipotéticos. Concretamente, los consumidores europeos tienden a confiar más en los resultados generados por la IA generativa cuando la utilizan ellos mismos, especialmente para casos de uso de bajo riesgo. Sin embargo, esta confianza disminuye cuando las organizaciones utilizan la IA generativa en escenarios que los encuestados pueden considerar de mayor riesgo.
Por ejemplo, en el ámbito de los medios de comunicación, el 70% de los usuarios europeos confía en que la IA generativa pueda generar resúmenes de artículos de noticias. Sin embargo, solo el 50% confía en que los periodistas la utilicen para redactar artículos de noticias. Del mismo modo, en el sector público, el 64% de los usuarios confía en que la IA generativa pueda proporcionar ayuda personalizada en asuntos como la declaración de impuestos o las solicitudes de prestaciones. Sin embargo, solo el 50% de los encuestados confía en que las administraciones públicas utilicen la inteligencia artificial para determinar su elegibilidad para los programas de bienestar social.