Recientemente, la batalla legal entre Elon Musk y OpenAI, la empresa de inteligencia artificial que ayudó a fundar, se ha intensificado. La segunda demanda de Musk contra OpenAI parece tener pocas posibilidades de éxito. Alega que la organización sin fines de lucro, inicialmente concebida para beneficiar a la humanidad, se transformó ilegalmente en una empresa con fines de lucro, violando su propósito fundacional.

Robot de IA, humanos enfrentados

Nota de la fuente: Imagen generada por IA, proveída por Midjourney

Musk intenta recuperar los 44,6 millones de dólares que donó en los últimos cinco años y exige que la empresa publique el código fuente de su investigación sobre GPT-4. Cabe destacar que esta solicitud coincide con los intereses de su propio laboratorio de investigación xAI, su competidor.

Sin embargo, según la legislación estadounidense, los demandantes privados como Musk suelen enfrentarse a grandes dificultades al reclamar a organizaciones sin fines de lucro. Los donantes que intentan recuperar fondos o modificar el uso de los mismos después de la donación tienen pocas posibilidades de éxito legal. "Este tipo de casos suelen terminar en fracaso", afirma Brian Quinn, profesor de derecho corporativo de la Facultad de Derecho de la Universidad de Boston. Una vez transferidos los fondos, el donante casi no tiene derecho a reclamarlos.

Aunque la estrategia legal de Musk se ha ajustado, aumentando el número de acusaciones de cuatro a catorce, el problema central del caso no ha cambiado. Musk acusa a OpenAI de fraude, extorsión, publicidad engañosa y enriquecimiento ilícito, lo que parece una estrategia desesperada. Si bien muchos expertos legales consideran que la demanda de Musk no carece totalmente de fundamento, especialmente considerando el cambio repentino de la naturaleza sin fines de lucro de OpenAI, que podría generar malestar en el tribunal.

Musk menciona un "acuerdo fundacional" firmado con Sam Altman, CEO de OpenAI, que, según él, prohíbe explícitamente la transformación de OpenAI. Sin embargo, Musk no ha presentado pruebas directas de este acuerdo, sino que se basa en el certificado de registro de la empresa de OpenAI de diciembre de 2015 para respaldar sus afirmaciones.

En resumen, esta disputa legal no solo revela la compleja relación entre Musk y OpenAI, sino que también suscita una reflexión sobre la transformación de las organizaciones sin fines de lucro y los derechos de los donantes.

Puntos clave:

🌟 La demanda de Musk contra OpenAI argumenta que su transformación en una empresa con fines de lucro viola su propósito inicial.

💰 Solicita a OpenAI la devolución de 44,6 millones de dólares en donaciones y la publicación del código fuente de la investigación de GPT-4.

📉 Los expertos legales consideran que la probabilidad de éxito de un donante privado en una demanda contra una organización sin fines de lucro es muy baja.