En Silicon Valley, la cultura del garaje ha dado origen a muchas leyendas tecnológicas, y el garaje de Christoph Kohstall podría ser la próxima. Su espacio de trabajo está lleno de componentes eléctricos, bancos de trabajo y herramientas mecánicas, pero lo más llamativo es la viga industrial roja del techo: un sistema de pórtico para estabilizar las pruebas de robots.
Kohstall es el fundador de Kind Humanoid, una startup que está desarrollando un robot bípedo llamado Mona. Aunque su entorno de trabajo parezca caótico, refleja el espíritu del movimiento de computación casera dormido en Silicon Valley. El prototipo de robot de Kind Humanoid parece un accesorio de una película de los años 80, hecho con piezas diversas y con un encanto retro.
El equipo de Kind Humanoid ha recibido recientemente el apoyo del famoso diseñador Yves Béhar. Béhar se sintió atraído por el espíritu innovador y la eficiencia del equipo. Recientemente presentaron una imagen renderizada de un robot humanoide diseñado por Béhar, con un diseño único, peculiar y onírico. El diseño evita la excesiva antropomorfización para prevenir el efecto "valle inquietante", y sus pies con forma de pezuña están diseñados para estabilizar la marcha bípeda.
El diseño de Béhar se inspira en la estética del pintor belga René Magritte, utilizando imágenes de nubes en el fondo para transmitir las intenciones y emociones del robot. El equipo de Kind Humanoid evita intencionadamente crear robots demasiado realistas; su diseño se centra en la funcionalidad, imaginando a Mona como un asistente para el cuidado del hogar.
A diferencia de la mayoría de los fabricantes de robots humanoides para entornos industriales, Kind Humanoid se centra en el mercado del cuidado del hogar. Kohstall considera que el mercado industrial está muy saturado y que los robots especializados ya dan buen servicio en muchos aspectos. Por el contrario, la versatilidad de movimiento de los robots bípedos en escaleras y entornos desordenados los hace más adecuados para el hogar.
Los clientes iniciales de Kind Humanoid podrían incluir residencias de ancianos y familias con personas mayores que desean mantener su independencia. El uso de robots avanzados en el hogar es un mercado aún sin explotar, ya que la mayoría de los esfuerzos comerciales se centran en llevar robots humanoides a almacenes y fábricas.
Aunque todo esto parece lejano, el equipo de Kind Humanoid no tiene prisa por conseguir financiación; se centra en la innovación. Kohstall afirma que el equipo está fabricando las primeras docenas de robots Mona, con planes de realizar pruebas de campo a principios del próximo año. La mayoría de las piezas de estos robots se pueden moldear por inyección, lo que significa que se pueden producir a gran escala y a bajo coste.
La historia de Kind Humanoid está llena de ciencia ficción, y su sueño robótico se está haciendo realidad en un garaje de Silicon Valley. Con el avance de la tecnología y el impulso del espíritu innovador, tenemos razones para esperar que estos robots "hazlo tú mismo" desempeñen un papel importante en el mercado del cuidado del hogar en el futuro.