Las compañías de IA DecartAI y Etched lanzaron recientemente un modelo mundial llamado Oasis, que afirma poder ejecutar un juego similar a Minecraft "sin motor de juego, sin lógica, sin código". Sin embargo, este juego generado por IA ha generado amplias críticas y controversias.
La calidad gráfica de Oasis es decepcionante, con una resolución de solo 360p y una velocidad de fotogramas de apenas 20 FPS, incluso inferior a los juegos de la era de Nintendo 64. Más grave aún, el modelo de IA presenta problemas significativos de alucinaciones, lo que resulta en una experiencia de juego muy inestable. Los jugadores no pueden realizar operaciones complejas e incluso en acciones simples como excavar, a menudo son teletransportados inesperadamente a la superficie. Además, los objetos en el entorno del juego carecen de persistencia, y los logros de construcción de los jugadores no se guardan.
Aunque Oasis afirma que publicará su código abierto, existe cuestionamiento sobre la infracción de derechos de autor. El proyecto utilizó el conjunto de datos Minecraft VPT de OpenAI para su entrenamiento, que incluye 70,000 horas de videos en línea, la mayoría de Minecraft. Esto ha generado preocupaciones sobre la originalidad del modelo.
Si bien muchos entusiastas de la IA consideran que la aplicación de la tecnología de IA a juegos clásicos como Counter-Strike: Global Offensive y Doom representa un avance en el campo de los videojuegos, para la mayoría de los jugadores, los motores de juego y los dispositivos de hardware reales siguen siendo la forma más confiable y eficiente de experimentar los juegos. Los juegos generados por IA pueden imitar elementos de juegos existentes, pero carecen de profundidad y originalidad.
El lanzamiento de Oasis vuelve a destacar los desafíos que enfrenta la tecnología de IA en el ámbito de los videojuegos. Aunque la IA puede generar algunos elementos de juego simples, la creación de juegos verdaderamente complejos y originales aún requiere la creatividad y la tecnología humanas.