Dell Technologies ha logrado un gran avance en el ámbito del hardware de IA, convirtiéndose en la primera empresa del mundo en lanzar una nueva generación de supercomputadoras especializadas para IA. Este avance marca el comienzo de una nueva era en la construcción de infraestructuras de IA.

Michael Dell, fundador y CEO de Dell, anunció a través de la plataforma de redes sociales X que la empresa ha comenzado a entregar las primeras unidades del sistema PowerEdge XE9712 refrigerado por líquido a CoreWeave, un proveedor de servicios de computación para IA. "¡El cohete de la IA ha recibido un enorme impulso!", enfatizó Michael Dell en el anuncio sobre este importante logro.

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Este nuevo sistema, desarrollado conjuntamente por Dell y NVIDIA, utiliza una innovadora tecnología de refrigeración líquida que revoluciona el diseño tradicional de las computadoras. La diferencia es similar a la que existe entre el motor de un automóvil normal y el de un coche de Fórmula 1: ambos son motores, pero el rendimiento del segundo es muy superior.

El nuevo sistema, denominado GB200NVL72, integra 72 GPU y 36 CPU, todos los procesadores trabajando juntos para formar una potente unidad de cálculo. Este diseño permite que el sistema tenga un rendimiento 30 veces superior al de la generación anterior en tareas complejas de IA, como el procesamiento de chatbots y la generación de imágenes.

CoreWeave, el receptor de las primeras unidades del sistema, es una empresa especializada en proporcionar servicios de computación de alto rendimiento para empresas de IA. La empresa mantiene una estrecha colaboración con NVIDIA, el diseñador de la tecnología central de este sistema.

En un contexto en el que las empresas tecnológicas de todo el mundo están compitiendo por posicionarse en el mercado de la computación para IA, este avance tiene una gran importancia. Los expertos del sector predicen un aumento constante de la demanda de sistemas similares, con una previsión de entre 20.000 y 25.000 unidades vendidas en todo el mundo en 2025. Esto no solo refleja la urgente necesidad del mercado de sistemas de computación de IA de alto rendimiento, sino que también indica que las infraestructuras de IA están a punto de entrar en una fase de rápido desarrollo.