Una madre, en su búsqueda de tres años para encontrar la causa del dolor de cabeza crónico de su hijo, visitó a 17 médicos especialistas de diferentes áreas, sin obtener un diagnóstico. Hasta que introdujo todos los síntomas y datos de los exámenes en ChatGPT, un sistema de inteligencia artificial. ChatGPT ofreció un diagnóstico de una enfermedad rara que los médicos no habían considerado: el síndrome de tethering medular.

Este caso demuestra que la IA, como ChatGPT y otros modelos de lenguaje grandes, puede ofrecer diagnósticos correctos en enfermedades complejas. Su base de conocimientos es más amplia, y su velocidad de búsqueda superior, a veces incluso superando a los expertos humanos. Sin embargo, también debemos tener en cuenta el riesgo de información errónea, especialmente grave en el ámbito de la salud. El debate actual sobre los chatbots médicos se centra en su fiabilidad para igualar o superar a los expertos humanos, y en la responsabilidad en caso de errores. Esto requiere una mayor discusión y regulación.

A pesar de ello, ChatGPT y otras IA ofrecen nuevas posibilidades para el diagnóstico de enfermedades complejas.