En Acción de Gracias, el robot Optimus de Tesla volvió a redefinir nuestra imaginación sobre la robótica. En su último video de demostración, este robot humanoide mostró una asombrosa capacidad de manipulación manual, atrapando con facilidad una pelota de tenis lanzada.

Esto no es solo una simple demostración de atrapar una pelota. La nueva mano y el antebrazo de Optimus integran varias tecnologías revolucionarias. Su mano tiene 22 grados de libertad, y la muñeca y el antebrazo añaden 3 grados de libertad adicionales, alcanzando una flexibilidad cercana a los 27 grados de libertad de la mano humana. Esto significa que el robot está reduciendo la brecha con la estructura fisiológica humana a una velocidad sorprendente.

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Cabe destacar que este video se grabó mediante operación remota en tiempo real, lo que demuestra la precisión del control del robot. El equipo superó numerosos desafíos técnicos durante el diseño: cómo mantener la suficiente suavidad y sensibilidad táctil al mismo tiempo que se garantiza la protección de los dedos y la palma.

La integración de la sensibilidad táctil es otro punto destacado. La nueva versión tiene una cobertura táctil mucho mayor que los diseños anteriores, logrando un control muy preciso mediante tendones, y también reduciendo con éxito el peso del antebrazo. Estos detalles reflejan la búsqueda de la perfección en el diseño robótico por parte de los ingenieros.

Simultáneamente, Neuralink, otra compañía de Musk, también anunció noticias importantes. La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) aprobó el estudio de viabilidad CONVOY, que explorará la posibilidad de que el implante de interfaz cerebro-computadora N1 trabaje en conjunto con un brazo robótico auxiliar.

Ya en julio de este año, Musk insinuó que las extremidades de Optimus podrían funcionar en conjunto con el implante N1 de Neuralink. A través del estudio PRIME, Neuralink ya ha logrado que dos pacientes controlen dispositivos electrónicos solo con el pensamiento, abriendo nuevas posibilidades para la colaboración entre humanos y máquinas.

Estos avances no son solo un gran avance tecnológico, sino también una vívida ilustración de cómo la frontera entre humanos y máquinas se está volviendo cada vez más difusa. ¿Quién hubiera imaginado que algún día un robot no solo podría atrapar una pelota con precisión, sino que también podría convertirse en una extensión de las capacidades físicas humanas? El futuro de la tecnología está llegando de maneras inesperadas.