Suchir Balaji, un exempleado de OpenAI, fue encontrado muerto a la edad de 26 años en su apartamento de San Francisco. Según la oficina del forense de San Francisco, la causa de su muerte fue determinada como suicidio. Su cuerpo fue encontrado el 26 de noviembre, después de que la policía respondiera a una solicitud de control de bienestar. La investigación preliminar no reveló nada sospechoso.
Balaji trabajó en OpenAI durante casi cuatro años, participando en el desarrollo de ChatGPT. En una entrevista con el New York Times, expresó su preocupación por el manejo de los derechos de autor en OpenAI. Creía que la tecnología de OpenAI podría causar más daño a la sociedad y que su forma de manejar los datos con derechos de autor podría tener un impacto negativo en Internet. En Twitter, escribió: "Inicialmente no estaba muy familiarizado con los problemas de derechos de autor y uso justo, pero después de ver varias demandas contra empresas de IA generativa, comencé a prestar atención a este problema y llegué a la conclusión de que muchos productos de IA generativa son bastante poco realistas en sus defensas de uso justo."
Balaji fue incluido en una demanda por derechos de autor contra OpenAI el 25 de noviembre, un día antes de que fuera encontrado muerto. Como parte de un acuerdo amistoso, OpenAI acordó revisar los archivos relacionados con las preocupaciones sobre derechos de autor planteadas recientemente por Balaji. Esta demanda involucra una disputa entre OpenAI y varias editoriales de periódicos y medios de comunicación, incluyendo el New York Times, que alega que OpenAI infringió los derechos de autor.
Un portavoz de OpenAI expresó su conmoción por la muerte de Balaji en un correo electrónico y ofreció sus condolencias a su familia. La compañía declaró: "Estamos desconsolados por esta trágica noticia y enviamos nuestro más sentido pésame a los seres queridos de Suchir".
La muerte de Balaji ha generado una gran atención en la industria, y muchos admiran su profunda reflexión sobre el posible impacto de la tecnología de IA dentro y fuera de la empresa. Su tragedia no solo ha generado un debate sobre la salud mental individual, sino que también ha llevado a una reevaluación del impacto de la tecnología en la sociedad.
Puntos clave:
🌐 Balaji trabajó en OpenAI durante casi cuatro años, participó en el desarrollo de ChatGPT y renunció debido a sus preocupaciones sobre la tecnología.
📰 Durante su vida, expresó su preocupación por el manejo de los derechos de autor por parte de OpenAI y creía que la IA generativa podría dañar Internet.
⚖️ La muerte de Balaji ocurrió un día antes de que fuera incluido en una demanda por derechos de autor contra OpenAI, lo que provocó un amplio debate y atención en la industria.