Recientemente, Alphabet, la empresa matriz de Google, anunció en su último informe financiero que invertirá 75 000 millones de dólares en gastos de capital relacionados con la inteligencia artificial (IA) para 2025. Esta enorme inversión refleja las ambiciosas intenciones de Google en el campo de la IA y destaca la feroz competencia entre los gigantes tecnológicos en el ámbito de la infraestructura y los servicios de IA. La reacción del mercado a la carrera de Google, Microsoft, Meta y Amazon por liderar la próxima ola de IA ha sido mixta.

A pesar de que los ingresos de Alphabet aumentaron un 12 % este trimestre, los inversores no se mostraron satisfechos, y el precio de las acciones cayó casi un 10 % en las operaciones posteriores al cierre. Los analistas de mercado señalan que el rendimiento de la división de computación en la nube de Google estuvo por debajo de las expectativas, con ingresos de 11 960 millones de dólares, muy por debajo de los 12 190 millones de dólares esperados por el mercado. Este desempeño ha generado dudas sobre la viabilidad de la enorme inversión de Google en IA.

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Sundar Pichai, director ejecutivo de Google, defendió la inversión argumentando que la infraestructura de IA es la base del crecimiento a largo plazo. En las redes sociales declaró: "Estamos construyendo, probando y lanzando productos a un ritmo más rápido. Nuestra posición de liderazgo en innovación de IA se está traduciendo en un mayor uso de los productos, crecimiento de los ingresos y resultados".

Simultáneamente, se lanzó el nuevo modelo de IA de Google, Gemini 2.0, marcando un avance en sus servicios de IA. Google compite codo con codo con Microsoft, Meta y Amazon. Microsoft planea invertir 80 000 millones de dólares en infraestructura de IA, centrándose en la integración de la IA en su plataforma de computación en la nube Azure y en la profundización de su colaboración con OpenAI. Meta, por su parte, se centra en el desarrollo de la próxima generación de asistentes virtuales y herramientas de generación de contenido con IA.

Sin embargo, la emergente empresa china de IA, DeepSeek, está presentando una nueva presión competitiva para los gigantes tecnológicos estadounidenses. Los modelos de IA desarrollados por DeepSeek ofrecen un alto rendimiento a un coste menor, lo que lleva a los inversores a cuestionar la necesidad de las enormes inversiones en infraestructura de IA de Google y sus competidores.

Aunque la IA es el núcleo de la estrategia de Google, el crecimiento de su negocio de computación en la nube parece haberse estancado. Los expertos señalan que la desaceleración del crecimiento de los ingresos por servicios en la nube genera preocupación sobre la capacidad de la IA para generar beneficios inmediatos.

A pesar de la mala reacción del mercado, Alphabet continúa impulsando su estrategia de expansión en IA. El nuevo modelo Gemini 2.0 promete avances en capacidades multimodales, IA de agentes y procesamiento rentable. En los próximos meses, queda por ver si la inversión de 75 000 millones de dólares de Google dará los resultados esperados.