En la reciente Cumbre de Acción sobre Inteligencia Artificial celebrada en París, Sam Altman, CEO de OpenAI, respondió con firmeza a la oferta de adquisición de Elon Musk. Según los informes, un consorcio liderado por Musk planeaba adquirir el control de OpenAI por 97.400 millones de dólares, una propuesta que Altman rechazó, calificándola como el último movimiento en una serie de estrategias de Musk. Altman cree que la intención de Musk podría ser ralentizar el desarrollo de OpenAI.
Altman declaró en una entrevista que OpenAI no está a la venta. Criticó aún más las estrategias de Musk y enfatizó su deseo de que Musk demuestre su valía a través de la competencia y la innovación de productos, en lugar de recurrir a otros métodos. Mencionó que el reciente lanzamiento del chatbot de IA generativa Grok por parte de Musk, similar al ChatGPT de OpenAI, muestra su continua atención y ambición competitiva en este campo.
Cuando se le preguntó si las acciones de Musk se debían a una inseguridad, Altman respondió: "Probablemente ha sido inseguro toda su vida. Lo compadezco. No creo que sea una persona feliz". Este comentario no solo refleja la opinión de Altman sobre Musk, sino que también alude a la compleja historia entre ambos. De hecho, Altman y Musk cofundaron OpenAI en 2015, pero Musk se retiró en 2019, y Altman dirigió la empresa hacia un modelo de negocio con fines de lucro.
Además, la propuesta de adquisición de OpenAI por parte de Musk podría desafiar los planes futuros de Altman, especialmente su transición a un modelo con fines de lucro y la promoción de su proyecto "Stargate" de 500.000 millones de dólares. Este proyecto tiene como objetivo construir una infraestructura de inteligencia artificial para impulsar el desarrollo de la industria.
En cuanto a la influencia de Musk en la política estadounidense, particularmente en el gobierno de Trump, Altman declaró que no está preocupado, aunque reconoció que es un punto que merece atención. Esta competencia en el campo de la inteligencia artificial claramente trasciende la simple rivalidad tecnológica y de productos, involucrando una profunda lucha estratégica en la cultura empresarial y el mercado.