En la era de la creciente proliferación de la inteligencia artificial, demostrar eficazmente que uno es un humano real y no un robot se ha convertido en un problema acuciante. Para abordar este desafío, Sam Altman, fundador de OpenAI, está desarrollando una aplicación multifuncional llamada "World". Según el Wall Street Journal, esta innovadora plataforma tiene como objetivo crear un ecosistema de súper aplicaciones que integre diversas funciones, como pagos, chat y microcréditos.

"World" utiliza una tecnología biométrica futurista: los usuarios deben mirar un orbe del tamaño de un balón de baloncesto para un escaneo de iris que verifica su identidad. Esta tecnología ya ha autenticado a más de 11 millones de personas, creando una base de usuarios considerable. Sin embargo, debido a obstáculos regulatorios, la aplicación enfrenta desafíos en su operación en Estados Unidos, lo que ha generado preocupaciones públicas sobre la privacidad y la seguridad de los datos.

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Además de la autenticación de identidad, World presenta nuevas funciones como "World Chat", diseñadas para mejorar la experiencia del usuario y distinguir eficazmente a los usuarios reales de los robots. Con World ID, los usuarios saben claramente con quién están interactuando. Las conversaciones con usuarios verificados aparecen en burbujas de chat azules con una gema World ID única, mientras que las conversaciones con cuentas no verificadas aparecen en burbujas grises sin la gema.

Aunque la idea del escaneo de iris pueda parecer algo futurista, refleja una necesidad real: con la proliferación de agentes de IA, las personas deben demostrar continuamente su identidad humana a través de una verificación continua. Esto no solo protege la privacidad personal, sino que también previene que la IA se haga pasar por usuarios reales en redes sociales y plataformas de pago.

El equipo de OpenAI detrás de "World", incluyendo al CEO Alex Blania y al cofundador Sam Altman, está trabajando para crear una aplicación no solo tecnológicamente avanzada, sino también capaz de abordar los desafíos de la era digital. A medida que la tecnología avanza, la preocupación por la protección de la información de identidad personal seguirá creciendo.