Una investigación reciente del periódico británico The Guardian revela que el gobierno del Reino Unido está utilizando activamente algoritmos de aprendizaje profundo en varios departamentos para ayudar en la toma de decisiones. Sin embargo, esta práctica ha puesto de manifiesto un grave problema de sesgo en los datos de entrenamiento de los algoritmos.
Por ejemplo, el Ministerio del Interior británico utiliza la inteligencia artificial en los aeropuertos para leer pasaportes con el objetivo de identificar e investigar posibles casos de matrimonios fraudulentos. Sin embargo, la investigación ha descubierto que el algoritmo muestra una clara discriminación contra viajeros de ciertas nacionalidades.
Los expertos opinan que esto refleja un sesgo inherente en los datos de entrenamiento del algoritmo. Para solucionar este problema, el gobierno del Reino Unido necesita aumentar la transparencia de los algoritmos, permitir el acceso abierto a los datos y seguir reforzando la regulación legal para garantizar que todas las organizaciones que utilizan inteligencia artificial traten a cada persona de manera justa.
También necesitamos un esfuerzo conjunto desde los ámbitos legal, tecnológico y educativo para que el desarrollo de la inteligencia artificial beneficie realmente a la humanidad y no se convierta en una herramienta de discriminación.