Dos figuras paternas de la tecnología advierten sobre la amenaza que representan los poderosos sistemas de inteligencia artificial para la estabilidad social, exigiendo que las empresas de IA asuman la responsabilidad por los daños causados por sus productos. Destacan la necesidad de comprender cómo asegurar la seguridad de la IA antes de desarrollar sistemas aún más potentes.
Las recomendaciones políticas incluyen la asignación de fondos de investigación y desarrollo de IA a usos seguros y éticos, la creación de un sistema de licencias y la exigencia de responsabilidad a las empresas tecnológicas por los daños causados por sus productos. Los expertos temen que los sistemas de IA autónomos puedan quedar fuera de control, por lo que proponen políticas como informes obligatorios y la prevención de la replicación de modelos peligrosos.