Ejecutivos de OpenAI predicen que, dentro de los próximos 10 años, la inteligencia artificial será capaz de realizar cualquier trabajo humano, marcando el comienzo de la era de la inteligencia artificial general (AGI). Destacan la necesidad de un manejo cauteloso de los riesgos potenciales en el desarrollo de la IA, y la importancia de asegurar que la regulación y la infraestructura social se mantengan al ritmo del avance tecnológico.
Los cambios que traerá la IA podrían exacerbar la desigualdad, pero también se espera que aumente la productividad y la creatividad, provocando una transformación a gran escala en el ámbito laboral. Además, OpenAI está considerando recientemente una venta de acciones, con una valoración de 860 mil millones de dólares, mientras que modelos de IA como ChatGPT gozan de gran popularidad.