El gobierno de Estados Unidos ha obligado a una firma de capital riesgo respaldada por Aramco de Arabia Saudita a deshacerse de su participación en Rain Neuromorphics, una startup de chips de inteligencia artificial con sede en Silicon Valley. La startup, apoyada por Sam Altman de OpenAI, se centra en el diseño de chips que imitan el funcionamiento del cerebro humano.
Tras una revisión por parte del Comité de Inversión Extranjera en Estados Unidos (CFIUS), el fondo saudí recibió la orden de deshacer la transacción en un plazo de un año. Esta acción podría afectar el desarrollo de la inteligencia artificial en Oriente Medio y pone de manifiesto el endurecimiento de la regulación del gobierno estadounidense en las transacciones consideradas de interés para la seguridad nacional.
