La Ley de Inteligencia Artificial de la Unión Europea, propuesta en 2019 como la primera regulación global integral de la IA, se encuentra en un momento crucial. Las empresas tecnológicas y los legisladores europeos mantienen un acalorado debate sobre la regulación de los servicios de inteligencia artificial general, con Francia, Alemania e Italia abogando por la autorregulación.

El rápido desarrollo de la inteligencia artificial generativa ha modificado el propósito inicial de la ley, obligando a la UE a abordar controversias como la regulación de los modelos básicos para determinar la versión final de la normativa.