El destino del índice S&P 500 depende cada vez más de la capacidad de unas pocas grandes empresas tecnológicas para convertir las inversiones en inteligencia artificial en mayores beneficios. Siete empresas, incluyendo Microsoft y Nvidia, han impulsado la mayor parte de la subida del índice. Estas empresas tienen valoraciones elevadas, con una relación precio-beneficio de 32 veces, y necesitan cumplir con las expectativas del mercado sobre las perspectivas de beneficios.

Nvidia es el principal motor del crecimiento de los beneficios, mientras que otras empresas aún no han mostrado muchos beneficios derivados de la inteligencia artificial. El precio de las acciones ha subido más rápido que las expectativas de beneficios, lo que refleja la confianza de los inversores en los beneficios futuros, pero también implica un riesgo.