Se acusa a Grok AI, la empresa de IA de Elon Musk, de plagiar a ChatGPT, y Grok admite haber violado la política de uso de OpenAI. Posiblemente se trate de una contaminación del conjunto de datos; la especulación de la industria apunta a que la combinación de contaminación de datos y respuestas alucinatorias es la hipótesis más probable. OpenAI responde con ironía, mientras que Musk contraataca revelando que xAI está desarrollando GPT-4. La industria observa atentamente los movimientos futuros de Musk y Grok.