Google y OpenAI se enfrentan a restricciones de derechos de autor en la recopilación de datos para el entrenamiento de sus IA. Los modelos de IA necesitan contenido generado por humanos para mejorar su calidad, pero si las empresas deben pagar por este contenido es un tema controvertido. OpenAI comenzó a entrenar GPT-4 utilizando conjuntos de datos creados con ChatGPT, pero depender únicamente de estos datos podría provocar el colapso del modelo.