Recientemente, debido a los decepcionantes resultados financieros publicados por Alphabet, la empresa matriz de Google, las empresas relacionadas con la IA han visto evaporarse 1900 mil millones de dólares de su capitalización bursátil. Los inversores se muestran cautelosos ante las promesas excesivas de las empresas tecnológicas en el campo de la IA y la falta de una clara vía de rentabilidad, lo que ha provocado un impacto negativo en las cotizaciones de estas compañías. Algunos analistas consideran esta caída bursátil como el inicio de la revolución de la IA, mientras que otros la ven como una advertencia sobre una posible burbuja en el mercado de la IA.