Desde la aparición de ChatGPT, las aplicaciones de asistentes de IA y creación de IA han proliferado, considerándose que podrían reemplazar muchas profesiones. Sin embargo, en las pruebas realizadas en el ámbito del comercio minorista, como las transmisiones en vivo y la creación de textos publicitarios, se han descubierto varias deficiencias en la creación con IA: falta de conexión emocional, baja eficiencia creativa y necesidad de corrección manual. Al mismo tiempo, cuestiones como la privacidad de los datos y los derechos de autor preocupan a los organismos reguladores. En general, la sustitución completa por IA todavía es prematura; actualmente, la IA debería utilizarse principalmente como una herramienta auxiliar.