Cuando la tecnología AIGC demostró su capacidad en la "Carrera Mundial de Cine con IA", el cortometraje de IA "Guerra en el Océano" provocó una controversia sobre derechos de autor debido a su similitud con "Dune". Este debate no solo cuestiona la originalidad del contenido generado por IA, sino que también revela los posibles problemas de derechos de autor en el proceso de creación con IA.

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Nota de la fuente: Imagen generada por IA, proveedor de servicios de licencias de imágenes Midjourney

La controversia de "Guerra en el Océano" no es un caso aislado. En el campo de los videos con IA, algunos creadores utilizan la tecnología de IA para convertir películas existentes o videos de acción real en diferentes estilos. Este método de "imitación", aunque mantiene la precisión de la expresión del video, también ha generado debates sobre la originalidad. Algunos argumentan que esta práctica podría infringir los derechos de autor de la obra original, especialmente en contextos comerciales, donde la controversia es aún más delicada.

El "incidente de la mujer de época" de 360 ​​pone de manifiesto aún más los problemas de derechos de autor en el campo de las imágenes generadas por IA. Las imágenes generadas por 360 utilizando el modelo LoRA provocaron disputas, y la comunidad jurídica tiene opiniones divergentes. Algunas sentencias hacen hincapié en la "identificabilidad" del derecho a la imagen, mientras que en Estados Unidos la protección de los derechos de autor de las obras de IA es más estricta.

En las etapas iniciales de la generación de videos con IA, los creadores utilizaron varios métodos, incluyendo la descomposición de videos de acción real en fotogramas para luego redibujarlos, y el modelado 3D seguido de la generación de imágenes con un estilo consistente mediante IA. Estos métodos, hasta cierto punto, evitan problemas de coherencia de los personajes, pero también han generado debates sobre la inspiración y la adopción de ideas preexistentes.

La controversia sobre los derechos de autor en las creaciones con IA, en realidad, es una reevaluación del valor del trabajo humano. A los creadores no solo les preocupa la originalidad de la obra, sino también si su trabajo recibirá una compensación justa. Desde la gran huelga de Hollywood hasta el video con IA del músico Billy Joel, hemos visto diferentes aplicaciones de la tecnología de IA en la creación artística, así como la compleja actitud de los artistas hacia la IA.

Con el desarrollo de la tecnología de IA, la forma de definir y proteger el trabajo humano en la creación con IA se ha convertido en un problema urgente que debe resolverse. Desde el Festival Internacional de Cine de Beijing hasta la producción de animación de Pixar, hemos visto la cautela de la industria en la aplicación de la IA, así como el llamamiento a mantener la primacía de los artistas humanos.

En esta nueva era de coexistencia entre la IA y los artistas humanos, debemos explorar y debatir continuamente para encontrar una manera de proteger la originalidad y, al mismo tiempo, aprovechar al máximo el potencial de la IA. Esto no es solo un problema legal y técnico, sino también una profunda reflexión sobre la inteligencia y la creatividad humanas.