Con el continuo desarrollo del campo de la IA, surge la preocupación por el impacto de la IA en el planeta, especialmente su alto consumo de energía y sus emisiones de carbono. Estudios recientes muestran que las consultas de IA generativa consumen mucha más energía que las solicitudes de motores de búsqueda tradicionales, entre cuatro y cinco veces más. En particular, las tareas de generación de imágenes requieren mucha más energía que las operaciones basadas en texto. Según un estudio de Morgan Stanley, la demanda de energía de la IA generativa crecerá un 70% anual, y para 2027, el consumo de energía de la IA generativa podría ser comparable al consumo de energía de España en 2022. Este aumento del consumo de energía provocará mayores emisiones de carbono, lo que podría empeorar aún más el cambio climático.

Se espera un aumento significativo en las consultas diarias de IA, ya que la adopción de modelos generativos y la competencia entre las empresas tecnológicas se intensificarán con la proliferación de chatbots y generadores de imágenes. Sin embargo, la IA también podría ser nuestra mejor esperanza para combatir el cambio climático antropogénico. En regiones donde 400 millones de personas son altamente vulnerables al cambio climático, las Naciones Unidas están llevando a cabo proyectos en países como Burundi, Chad y Sudán para utilizar la IA en ayuda de estas comunidades. Además, los sistemas de IA están ayudando a combatir el cambio climático mejorando la eficiencia de la gestión de residuos. Por ejemplo, la startup de software londinense Greyparrot ha desarrollado un sistema de IA que analiza las instalaciones de procesamiento y reciclaje de residuos para ayudarles a reciclar y reutilizar los residuos de manera más eficiente.

Además, la organización medioambiental holandesa The Ocean Cleanup utiliza la IA y otras tecnologías para limpiar la contaminación plástica de los océanos. La IA ayuda a detectar objetos, permitiendo a la organización crear mapas detallados de la basura marina en áreas remotas. Posteriormente, se puede limpiar y recoger la basura marina, lo que resulta más eficiente que los métodos anteriores que utilizaban redes de arrastre y aviones. La contaminación plástica agrava el cambio climático a través de las emisiones de gases de efecto invernadero y los daños a la naturaleza. Google DeepMind, el laboratorio de investigación de IA de Google, afirma que está aplicando la IA para ayudar a abordar el cambio climático en numerosos campos.