Elizabeth Kelly, directora del Instituto de Seguridad de la IA de Estados Unidos (U.S. AI Safety Institute), anunció su renuncia este miércoles a través de una publicación en LinkedIn. Esta decisión genera más incertidumbre sobre el futuro de esta nueva agencia gubernamental bajo la administración del presidente Trump. Nota sobre la imagen: Imagen generada por IA, servicio de licencias de imágenes Midjourney. Desde que asumió el cargo el año pasado, Kelly ha sido responsable de supervisar el instituto.

OpenAI anunció recientemente la contratación de Kate Rouch, ex ejecutiva de la empresa de criptomonedas Coinbase, como su primera directora de marketing (CMO). Rouch se unió a Coinbase en agosto de 2021, donde fue responsable de las relaciones públicas globales y dirigió con éxito la campaña publicitaria de la empresa durante el Super Bowl. Su trabajo ha sido ampliamente reconocido en la industria, especialmente por mejorar el reconocimiento de la marca y la influencia en el mercado de Coinbase. Antes de Coinbase, Rouch trabajó en Meta (anteriormente Facebook).

La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, afirma que la inteligencia artificial afectará el 60% de los empleos en las economías avanzadas. Los trabajadores mayores serán más vulnerables a este cambio, con casi el 40% del empleo mundial expuesto al riesgo de la IA. Si bien el impacto de la IA en los mercados emergentes y los países en desarrollo es menor, estos tienen más dificultades para beneficiarse de las nuevas tecnologías, lo que podría agravar la brecha digital y la desigualdad de ingresos. El FMI destaca la importancia de las políticas, especialmente para ayudar a los países de bajos ingresos a aprovechar más rápidamente las oportunidades que ofrece la IA.

Se desvela la lucha interna en OpenAI, con una acalorada discusión entre la directora Helen Toner y Altman a raíz de un artículo. El CEO de la competencia, Adam D'Angelo, podría estar involucrado debido a un conflicto de intereses por el lanzamiento de GPTs. La firme postura de Adam para impedir el regreso de Altman provocó protestas entre los empleados. Su historial en Quora, donde despidió a ejecutivos, genera dudas y presión mediática. Helen Toner es señalada como la segunda 'traidora', tras la controversia en el consejo de administración por un artículo.