Australia ha implementado nuevas regulaciones que exigen a los gigantes tecnológicos como Google y Microsoft eliminar imágenes de abuso infantil generadas por IA, además de revisar y mejorar periódicamente sus herramientas de IA. Esta medida busca abordar el problema de la posible generación de imágenes de abuso infantil por parte de herramientas de inteligencia artificial.
El Comisionado de Seguridad Cibernética ha instado a las empresas tecnológicas a reducir los daños causados por sus productos, solicitando a los motores de búsqueda que eliminen el material de abuso infantil y que prevengan la generación de imágenes falsas profundas (deepfakes).