El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, firmó el martes un decreto ejecutivo destinado a asegurar que el liderazgo estadounidense en el campo de la inteligencia artificial (IA) no se vea afectado por la falta de infraestructura energética. El decreto exige que el Departamento de Defensa y el Departamento de Energía identifiquen y arrienden tierras federales al sector privado para el desarrollo de centros de datos a gran escala y la infraestructura de energía limpia necesaria para satisfacer las "necesidades energéticas totales" de estas instalaciones.

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Nota de la imagen: Imagen generada por IA, proveedor de servicios de licencias Midjourney

En una declaración desde la Casa Blanca, el presidente Biden afirmó: "La creciente demanda de energía de las grandes operaciones de IA ofrece nuevas oportunidades para impulsar el liderazgo estadounidense en tecnologías de energía limpia, lo que impulsará el crecimiento económico". La enorme cantidad de energía necesaria para las operaciones de computación de IA a gran escala ha obligado a muchos operadores de computación en la nube y de hiperescala a adoptar activamente tecnologías energéticas emergentes, invertir en la construcción de nuevas plantas de energía de gas natural e incluso compartir instalaciones con reactores nucleares existentes.

Por ejemplo, Meta recientemente emitió una solicitud de propuestas para obtener hasta cuatro gigavatios de energía nuclear para respaldar sus planes de desarrollo de IA a largo plazo. Mantener el liderazgo en IA se ha convertido en un objetivo clave para el gobierno de Biden, que ha utilizado repetidamente el poder ejecutivo y los controles de exportación para impulsar a las empresas estadounidenses y limitar el progreso de competidores como China y Rusia.

La vicepresidenta Kamala Harris declaró: "Al movilizar todo el poder del gobierno federal para acelerar y expandir las operaciones de IA en Estados Unidos, estamos asegurando nuestro liderazgo mundial en IA, lo que tendrá un profundo impacto en nuestra economía, sociedad y seguridad nacional".

El decreto menciona varias tecnologías energéticas existentes y emergentes, como la energía nuclear, geotérmica, solar, eólica e hidroeléctrica, todas capaces de satisfacer las enormes necesidades energéticas de la IA. La Casa Blanca espera evitar aumentos en los precios de la electricidad para los consumidores al hacer coincidir la producción de energía con la demanda de los centros de datos.

Sin embargo, considerando el deseo del gobierno de Biden de impulsar rápidamente el desarrollo de estas instalaciones, algunas tecnologías, como los reactores modulares pequeños (SMR), podrían no ser prácticas. Según el decreto, la selección de ubicaciones y la evaluación de socios deben completarse en 2025, y se espera que las instalaciones estén operativas a finales de 2027. Si bien varios proveedores de servicios en la nube han anunciado planes para la adopción a largo plazo de SMR, la mayoría de las implementaciones se realizarán a principios de la década de 2030, lo que podría estar fuera del alcance del decreto.

El decreto ejecutivo exige que las agencias gubernamentales arrienden tierras federales a socios privados, simplifiquen el proceso de permisos y promuevan la planificación de la red eléctrica. Los participantes seguirán siendo responsables de los costos de construcción e instalación y de la adquisición de energía limpia. Además, los participantes deben adquirir una proporción adecuada de semiconductores fabricados en Estados Unidos, un requisito que podría representar un desafío para los operadores de centros de datos, ya que actualmente solo una pequeña cantidad de procesadores para sistemas de IA se fabrican en Estados Unidos.

Puntos clave:

🌍 El presidente Biden firma un decreto ejecutivo para impulsar la construcción de infraestructura energética para IA.

⚡ Se planea desarrollar centros de datos a gran escala en tierras federales, asegurando el suministro de energía limpia.

🛠️ Los participantes deben asumir los costos de construcción de las instalaciones y adquirir semiconductores fabricados en Estados Unidos, lo que representa un desafío.