El popular chatbot de IA de OpenAI, ChatGPT, ha sido el centro de atención esta semana debido a una tendencia repentina entre los usuarios: una multitud de personas se apresuraron a generar imágenes con un estilo similar al del legendario estudio de animación japonés Studio Ghibli. Esta moda se extendió rápidamente, incluso el CEO de OpenAI, Sam Altman, bromeó en las redes sociales diciendo que se había convertido en un "twink al estilo Ghibli".

Sin embargo, esta aparentemente inofensiva tendencia dio un giro inesperado. OpenAI comenzó a tomar medidas para frenar este fenómeno, implementando una serie de ajustes desconcertantes. Ahora, las solicitudes de los usuarios para generar imágenes al estilo Ghibli a menudo son rechazadas.

Esta propagación viral y la confusa respuesta de OpenAI han vuelto a encender el acalorado debate sobre los derechos de autor y el uso de la inteligencia artificial generativa. Los críticos argumentan que esta práctica erosiona directamente el trabajo de artistas y editores humanos, incluidos los talentosos animadores de Studio Ghibli.

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Según Rob Rosenberg, ex asesor general de Showtime y experto en inteligencia artificial, Studio Ghibli podría tener motivos para emprender acciones legales contra OpenAI. Si bien afirma que si esto constituye una base legal suficiente es un "tema complejo", Ghibli "podría argumentar que OpenAI ha violado la Ley Lanham", que proporciona una base legal para reclamaciones relacionadas con publicidad falsa, infracción de marcas registradas y competencia desleal.

Rosenberg argumenta que Ghibli podría alegar que, al permitir a los usuarios convertir fotos en "estilo Ghibli", OpenAI está perjudicando la reputación de la marca Ghibli, utilizando sin autorización su estilo único e identificable, y podría causar confusión entre los consumidores, haciéndoles creer que la función cuenta con el respaldo o la autorización de Studio Ghibli. Además, añadió que OpenAI también podría enfrentarse a una demanda por "haber entrenado su gran modelo de lenguaje con obras con derechos de autor de Studio Ghibli".

De hecho, OpenAI ya se enfrenta a múltiples demandas por la forma en que recopila datos de internet, incluyendo una gran cantidad de material protegido por derechos de autor, para entrenar sus modelos. Esta misma semana, un juez federal rechazó la solicitud de OpenAI para desestimar la demanda por derechos de autor presentada por el New York Times. El periódico acusó a OpenAI a finales de 2023 de utilizar sus materiales periodísticos sin permiso para entrenar sus modelos de IA, infringiendo sus derechos de autor. Meta, de Mark Zuckerberg, también enfrenta acusaciones similares, acusada de descargar ilegalmente libros pirateados para entrenar sus modelos de inteligencia artificial.

Sin embargo, hasta ahora no existe un precedente legal claro que determine si OpenAI ha violado la ley de derechos de autor de Estados Unidos. OpenAI insiste en que "el entrenamiento de sus modelos constituye un uso legítimo según la ley de derechos de autor", por lo que no constituye una infracción. Este "principio de uso legítimo" ha sido el punto central de la controversia sobre si empresas de inteligencia artificial como OpenAI infringen los derechos de autor.

No está claro si Studio Ghibli emprenderá acciones legales. La compañía dijo el viernes a la cadena de noticias japonesa NHK que un documento legal que circula en internet y que supuestamente es una notificación de cese y desistimiento del estudio es falso. Pero Rosenberg advierte que, dado que la mayoría de los tribunales aún no se han pronunciado sobre la validez de reclamaciones similares de derechos de autor, no está claro si estas demandas tendrían éxito. Él cree que si OpenAI promociona su plataforma como un lugar donde los consumidores pueden convertir fotos en animaciones de "estilo Ghibli", esto respaldaría con más fuerza una decisión judicial que determine que las acciones de OpenAI violan la Ley Lanham.

Rosenberg predice que, a menos que los tribunales dicten un "fallo unánime" a favor de OpenAI, determinando que el uso de material protegido por derechos de autor para entrenar modelos de inteligencia artificial es efectivamente un uso legítimo, en el futuro podría surgir un sistema en el que los desarrolladores de inteligencia artificial tengan que compensar a los titulares de los derechos de autor y darles crédito cuando su contenido se utiliza para generar resultados.

Además de los posibles problemas de derechos de autor, esta función de OpenAI también podría privar a Studio Ghibli de otras oportunidades de generar ingresos. Rosenberg señala que si Studio Ghibli planea lanzar en el futuro su propia herramienta para permitir a los fans convertir fotos a su estilo característico, la función de OpenAI ya se ha adelantado en el mercado. Peor aún, esta tecnología podría incluso llevar a la creación de proyectos de animación completos al estilo Ghibli, y ser promocionados erróneamente como obras auténticas del estudio, difuminando la línea entre el homenaje y la tergiversación completa.