Google ha anunciado la finalización de su contrato con la empresa australiana de datos Appen, que proporcionaba datos para el entrenamiento de la IA de modelos lingüísticos grandes para productos de Google como Bard y Search. Esta decisión tendrá un impacto significativo en los ingresos de Appen y ha generado preocupación en la industria de la IA sobre los salarios y las condiciones laborales de los trabajadores humanos.
Google ha declarado que colaborará con Appen para asegurar una transición fluida.