Scout AI, una startup dedicada a la fabricación de vehículos autónomos y al desarrollo de software autónomo, ha anunciado recientemente que ha completado una ronda semilla de financiación de 15 millones de dólares, saliendo así del modo oculto. Fundada en agosto del año pasado por Colby Adcock y Collin Otis, la compañía tiene como objetivo aplicar la inteligencia artificial (IA) y la robótica a las misiones de defensa.

El día del anuncio de la financiación, Scout AI se enorgulleció de revelar que había obtenido varios contratos con el Departamento de Defensa de los Estados Unidos y lanzó su producto estrella: un modelo de base de visión-lenguaje-acción llamado Fury. Fury está diseñado como un sistema de IA encarnado, capaz de percibir el mundo real, comprender el lenguaje natural y emitir instrucciones en tiempo real para controlar vehículos robóticos inteligentes y autónomos. Otis declaró en una conferencia de prensa: "Para lograr la multifuncionalidad a nivel de combatientes en sistemas robóticos, debemos integrar la IA en la realidad física".

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Esta ronda semilla fue liderada conjuntamente por Align Ventures y la división de capital de riesgo de Booz Allen Hamilton. Booz Allen Hamilton ve con optimismo esta inversión, considerando que el sistema Fury no solo puede impulsar la próxima generación de sistemas autónomos, sino que también puede ayudar a modernizar los sistemas militares existentes. James Gadea, líder de Booz Allen, señaló que el enfoque único de Scout AI en los modelos de visión-lenguaje-acción permite que sus sistemas robóticos respondan mejor a las complejidades del campo de batalla y ofrecen una experiencia de usuario más intuitiva para controlar los robots. "Creemos que la IA encarnada proporcionará una mayor ventaja operativa al Departamento de Defensa de los Estados Unidos y abrirá el camino a un futuro de colaboración entre humanos y máquinas", dijo Gadea.

Además, entre los inversores que participaron en esta ronda se encuentran Draper Associates, Decisive Point Ventures y otras empresas de capital riesgo de renombre. Los prototipos de vehículos terrestres no tripulados G01 y vehículos aéreos no tripulados A01 de Scout AI ya operan de forma autónoma en el campo de pruebas de las montañas de Santa Cruz, California, ambos impulsados por el sistema Fury.

Adcock enfatizó: "La IA encarnada es la ventaja más decisiva de este siglo. Nuestra visión es que un combatiente pueda comandar múltiples robots, formando un equipo unificado e integrado a la perfección". Esta capacidad de alta fusión humano-máquina se basa en Fury, el cerebro de IA que puede comprender las intenciones del comandante y pensar, moverse y colaborar como un operador experimentado, logrando un verdadero aumento de la potencia de combate.

Scout AI, con sede en Sunnyvale, California, planea utilizar esta financiación para desarrollar aún más el sistema Fury y sus vehículos, al tiempo que amplía su capacidad de producción y el tamaño de su equipo.